domingo, 20 de julio de 2014

Reminiscencia con Calor

Acá hay otro pequeño escrito, de una idea que surgió entre tanto calor:


Salí temprano en la mañana para poder llegar a tiempo. Pero, debido a ciertos infortunios, me encontré varado en el tráfico de la carretera. Esto provocó que llegara tarde a una importante reunión y acabé por ser despedido. Ahora no tengo un empleo y el pago mensual del cuarto que rento se acerca asechando mi bolsillo en quiebra.
A pesar de mis intentos por convencer a mi jefe y explicarle lo sucedido, no le logré persuadir. Probablemente, no me di a entender del modo en que quería, y mi tiempo se agotó antes de poder estructurar correctamente mis ideas. La comunicación es uno de los pilares fundamentales del ser humano, pues, en ella recae el entendimiento entre individuos. Y es en eso en lo que he fallado y por lo que perdí mi trabajo tan fácilmente. Las personas estructuramos nuestro lenguaje hasta acoplarlo a nuestros estándares y moldes, y hablamos con la idea errónea de que somos comprendidos tal y como queremos.
Después de ser despedido, cuando me dirigía a casa, descubrí que todo el problema del tráfico era causado por un único problema: una persona había arrollado a un perro, y su dueño peleaba fervientemente contra el conductor, alegando que iba a excesiva velocidad, mientras que este último, culpaba al dueño por ser descuidado con su mascota.
¡Malditos perros y malditos humanos! La gente no lo entiende, pero las personas y los perros no somos tan diferentes; ambos obedecemos a ciertos patrones de comportamiento y funcionamos bajo nuestra propia psicología. El problema verdadero recae en entender que nuestras mentes, gustos y objetivos son diferentes. Por supuesto, el perro quería salir a pasear, pero su dueño se descuidó y el conductor, que probablemente solo quería llegar a tiempo a su trabajo, fue egoísta y no pensó en que ir a alta velocidad podría provocar daños.
Para cuando llegué a casa, estaba harto de todo y todos. Solo quería dormir, pero sabía que era demasiado temprano para hacerlo, así que encendí el ventilador y la televisión para perderme y no pensar más. Con lo que no contaba era con encontrarme la noticia del accidente de la carretera. Habían dos policías; uno, que defendía al automovilista, pues iba a llegar tarde a su empleo, (¡Qué coincidencia!), y el otro, que era más sensible con los animales, y defendía al dueño del hablando de la inconciencia del conductor. La verdad es que toda moneda tiene dos caras y no fui capaz de darle la razón a uno, ni al otro. Es decir, cada quien reacciona de manera diferente y todos respondemos a un pasado que nos codifica de cierta manera. Muchos factores influyen en el desarrollo de nuestra personalidad y carácter.
Ahora, escribí una carta, porque es más formal, para explicar a mi jefe lo sucedido y recuperar mi empleo. La ventaja del lenguaje escrito es que nos da la oportunidad de corregir un texto tantas veces queramos hasta estar conformes con él. Dejé la carta con la secretaria del jefe y fui al parque más cercano para relajarme.

Y heme aquí, esperando una respuesta positiva, mientras observo mi entorno. ¡Qué mundo más loco en el que me ha tocado vivir! Pero más importante: ¡Qué calor hace!

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"La tolerancia es el fundamento de convivir en paz y entendiendo que en el mundo somos diferentes"
-Mujica